La
Revolución de Mayo de 1810.
El 25 de mayo es recordado como una fecha
patria en Argentina, con carácter de feriado nacional inamovible, por lo
que se celebra exactamente el 25 de cada año, independientemente del día de la
semana en que caiga. Y aunque es una fecha bastante
importante para ellos, probablemente muchos de ustedes no sepan qué se
conmemora:
Se llama Revolución de Mayo a
la serie de acontecimientos revolucionarios ocurridos en mayo de 1810 en la
ciudad de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, dependiente
del rey de España. Esta tuvo como consecuencia la renuncia (forzada) del
virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y su reemplazo por la Primera Junta de
Gobierno que, aunque gobernaba nominalmente en nombre del rey de España
-Fernando VII-, no reconocía la autoridad del Consejo de Regencia de
España.
Así, la Revolución de Mayo inició el
proceso de surgimiento del Estado Argentino, sin una proclamación de
independencia formal. Fernando VII había sido depuesto por las
Abdicaciones de Bayona y su lugar había sido ocupado por el francés José
Bonaparte, y la aparente lealtad hacia él es considerada en la actualidad
como una mera maniobra política, que ocultaba las intenciones independentistas
de los revolucionarios.
La declaración de independencia de Argentina
tuvo lugar posteriormente, el 9 de julio de 1816.¿Cuáles fueron las causas externas? Se dice que los
ideales revolucionarios extranjeros, pues aunque la difusión de dichas ideas
estaba muy restringida en los territorios españoles, igualmente se difundían en
forma clandestina. La declaración de Independencia de los Estados Unidos
en 1776 y los ideales de la Revolución francesa de 1789 sirvieron
como ejemplo para los criollos: les hicieron creer que una
revolución e independencia en Hispanoamérica era posible y que era correcto
defender los derechos de propiedad y libertad. Además, la coronación en
España de José Bonaparte sembró dudas sobre la legitimidad de la autoridad
virreinal.
Sea como sea, durante la mañana de ese 25 de
mayo, una gran multitud comenzó a reunirse en la Plaza Mayor, liderados por
Domingo French y Antonio Beruti. Se reclamaba, entre otras cosas,
la renuncia definitiva del virrey y la formación de una junta de gobierno.
La gente comenzó a agitarse, reclamando con entusiasmo, y la multitud parecía
aumentar y enfurecerse. El Cabildo se reunió y reclamó que la agitación popular
fuese reprimida por la fuerza, pero no tuvieron éxito. Pronto llegó a la
sala capitular la renuncia de Cisneros, y tras ello, la composición de la
Primera Junta, que surgió de un escrito presentado por French y Beruti y
respaldado por un gran número de firmas.
La Primera Junta, oficialmente la Junta
Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata a nombre del
Señor Don Fernando VII, estaba
encabezada por el Cnel. Cornelio Saavedra. Los grupos que apoyaron o
llevaron adelante la revolución no eran completamente homogéneos en sus
propósitos… Algunos aspiraban a realizar una profunda reforma política,
económica y social, mientras que otros solo pretendían una renovación de
cargos: desplazar a los españoles del ejercicio exclusivo del poder, pero
heredando sus privilegios y atribuciones. Estos grupos trabajaron juntos
para el fin común de expulsar a Cisneros del poder, pero al conformarse la
Primera Junta comenzaron a manifestar sus diferencias internas.
Las consecuencias de esta revolución fueron
diversas, pero en parte se condensan en la idea de que, en ausencia de las
autoridades legítimas, el pueblo tenía derecho a designar a sus propios
gobernantes. Así, de manera lenta y progresiva,
Argentina se acercaba poco a poco al sistema republicano como forma de
gobierno.