En su
Resolución Nº2994 (XXVII) del 15 de diciembre de 1972, la Asamblea General de
la Organización de las Naciones Unidas designó al 5 de junio como "Día
Mundial del Ambiente", con miras a hacer más profunda la
conciencia universal de la necesidad de proteger y mejorar el medio ambiente.
Se eligió esa fecha porque fue el día de apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano celebrada en Estocolmo, Suecia en 1972, la misma que llevó al establecimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Veinte años más tarde, la Asamblea General convocó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Río 92), ocasión en que los gobiernos se reunieron con el objeto de adoptar las decisiones necesarias para llevar a cabo los objetivos de la Conferencia de Estocolmo y asumir el compromiso de alcanzar un equilibrio viable y equitativo entre el medio ambiente y el desarrollo, así como un futuro sostenible para la Tierra y los seres vivos que en ella habitan.
El
bienestar de la humanidad, del medio ambiente y el funcionamiento de la
economía dependen en última instancia depende de una gestión responsable de
los recursos naturales del planeta. Las pruebas demuestran que las personas
estamos consumiendo muchos más recursos naturales que los que el planeta
puede proporcionar de forma sostenible. Muchos de los ecosistemas de la
Tierra están llegando a puntos críticos de agotamiento y un cambio
irreversible, empujados por un aumento de la población y del desarrollo
económico. Para 2050, si continúan las actuales pautas de consumo y
producción y con el aumento de la población a 9,6 mil millones, necesitaremos
tres planetas para mantener nuestros modos de vida y consumo. El eslogan del
DMMA este año es “Siete mil millones de sueños. Un solo planeta. Consume con
moderación”. Vivir teniendo en cuenta los límites planetarios es la mejor
estrategia para asegurar un futuro sostenible. La prosperidad humana no puede
suponer un coste a la Tierra. Vivir de forma sostenible significa hacer más
con menos. Darse cuenta de que mantener las actuales tasas del uso de
recursos naturales e impactos medio ambientales no son fruto indispensable
del crecimiento económico
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