9 de septiembre
Día del duelo Provincial en Conmemoración a la Masacre del Zapallar en1933 (Ley
Prov.Nº7403)
Se instituyó el
día 09 de septiembre de cada año como Día de Duelo Provincial, por iniciativa
de los diputados Rubén Guillón y Orlando
Charole aprobada por Ley 7403, en conmemoración del suceso conocido como la
Masacre del Zapallar, producido el 09
de septiembre de 1933.
Se promueve pedir
perdón a los pueblos originarios que poblaron originalmente el territorio de
nuestra Provincia, por lo acontecido en la Matanza del Zapallar, porque este
suceso enluta la memoria y la conciencia histórica de nuestro querido Chaco. Así como disponer que todos los días 9
de septiembre de cada año, en adhesión al duelo provincial, las banderas permanezcan
izadas a media asta.
Los autores relatan que la historia de El Zapallar registra un hecho lamentable, repudiable y violento, consistió en un proceso colonizador en el interior del Chaco, donde obligó a los pueblos aborígenes a modificar sus modos de vida, hábitos y costumbres; provocando cambios sociales, ecológicos y culturales que modificaron irreversiblemente la historia de los primeros habitantes de esta región, a la vez, que se desarrollaron movimientos de resistencia de características peculiares.
Los legisladores sostienen que, tener presente lo sucedido en esta Masacre contribuirá, sin ninguna dudas, a tomar conciencia, del espíritu rebelde y estado anímico que evidenciaban los indígenas en esos tiempos: desplazamiento territorial y apoderamiento de sus tierras por parte de los pobladores "blancos", explotación de la mano de obra aborigen, discriminación racial, enfermedad y hambrunas letales, persecución, y muerte.
Los autores relatan que la historia de El Zapallar registra un hecho lamentable, repudiable y violento, consistió en un proceso colonizador en el interior del Chaco, donde obligó a los pueblos aborígenes a modificar sus modos de vida, hábitos y costumbres; provocando cambios sociales, ecológicos y culturales que modificaron irreversiblemente la historia de los primeros habitantes de esta región, a la vez, que se desarrollaron movimientos de resistencia de características peculiares.
Los legisladores sostienen que, tener presente lo sucedido en esta Masacre contribuirá, sin ninguna dudas, a tomar conciencia, del espíritu rebelde y estado anímico que evidenciaban los indígenas en esos tiempos: desplazamiento territorial y apoderamiento de sus tierras por parte de los pobladores "blancos", explotación de la mano de obra aborigen, discriminación racial, enfermedad y hambrunas letales, persecución, y muerte.